La parte lll de la historia es bastante larga así es que no te voy a entretener con mis desvaríos.
III. OBRAS HIDRÁULICAS Y SISTEMAS DE RIEGO
1.- OBRAS DE CAPTACIÓN EN EL SUBSUELO: MINAS, GALERÍAS Y POZOS
Cuando las aguas manantes o las pluviales no cubrían la demanda de los cultivos o de la población, había que buscarlas en el subsuelo. Para ello, en función del terreno o del tipo de acuífero que se quería encontrar, se emplearon tres estrategias básicas: minas (aguas subálveas), pozos (aguas subterráneas) y galerías (acuíferos de las montañas); aunque en un mismo tipo de obra, a veces, se combinaron dos estrategias, por ejemplo la de hacer una galería en un pozo.
1.1. MINAS DE AGUA
En Gran Canaria se generalizó, a partir de principios del siglo XVI y sobre todo después del siglo XVIII, la construcción de minas para captar, por efecto de la gravedad, las aguas subálveas de los barrancos, que son unas zanjas recubiertas de obra de fábrica a modo de túneles que seccionaban los cauces. Son similares a las galerías filtrantes construidas desde tiempos protohistóricos en las regiones áridas y semiáridas del Oriente Próximo, en los pueblos del Mediterráneo y en Sudamérica, que conllevan una variada terminología (qanats, fogara, puquios…).
La obra de una mina consiste en abrir una zanja longitudinal o transversalmente al cauce del barranco, reforzarla a ambos lados con muros de piedras, techarla con lajas y recubrirla; y así se queda, debajo del barranco, una especie de túnel filtrante. Las aguas captadas salían de este modo al exterior por efecto de la gravedad, por la ligera inclinación de la obra hacia su acequia y
su pequeño estanque regulador.
Cuando las minas seccionan en zigzag los barrancos, éstas pueden alcanzar centenares de metros de longitud. Su túnel tiene unas cortas medidas, las mínimas que permitan el paso de una persona para su limpieza: de unos 0,5 a 0,8 metros de ancho por 0,8 a 1,75 m de alto. Para limpiarlas disponen, por tramos, de unos respiraderos que se denominan campanas, nombre que se
debe a que los operarios que trabajaban en ellas solían emplear una campana para comunicarse cuando eran profundas.
Gran Canaria es la isla con mayor número de minas, unas 70. La mayor parte se encuentran en los barrancos del Sureste y Suroeste de la isla. La histórica Mina de Tejeda, no es una obra hidráulica que responda a lo descrito, sino que es un naciente de mucho caudal, con una obra de canalización y túnel que desvían sus aguas hacia la vertiente norte de la Isla.
1.2. GALERÍAS
Son similares a las minas. La diferencia está en que las galerías son túneles excavados en la roca, con técnica minera, para uscar las aguas de los acuíferos colgados.
Suelen medir de 1 a 2 metros de ancho por 2 de alto, con techo abovedado y alcanzan rofundidades de 100 a 3.000 metros, con una ligera inclinación para conseguir que el agua filtrada salga por gravedad; aunque hay algunos casos con un trazado en rampa descendente en busca de las bolsas de agua y necesitan medios mecánicos para extraerla.
Se perforan con dinamita y picos. Cuando atraviesan zonas de materiales no compactos, las denominadas flojeras, se refuerzan con arcos de medio punto, bien con cantería o bien con anclajes metálicos entrelazados con maderos. Hay galerías que se trazan desde el interior de los pozos y llevan, en algunos casos, lumbreras de ventilación, denominadas también en Gran Canaria campanas.
En algún caso llegan a asomarse al exterior consiguiendo un desagüe natural del agua por gravedad, sin necesidad de elevarla hasta el brocal del pozo.
En Canarias se contabilizan un total aproximado de 1.500 galerías, de las que el 63% están en Tenerife, en las zonas medias (400-500 metros sobre el nivel del mar), y en dirección, por regla general, al acuífero de la gran dorsal y base del Teide. Un 23% están en Gran Canaria; un 11% en La Palma y el 3% restante en las otras islas.
Tenerife ha desarrollado una amplia cultura y tecnología de galerías de aguas (comunidades de propietarios, piqueros, barreneros, cabuqueros, maquinistas…). Los mayores alumbramientos de agua en galerías están en el Valle de La Orotava, donde se conserva una serie de bienes patrimoniales tangibles (también intangibles, de la memoria oral) de una época de intenso trabajo minero cargado de accidentes mortales por explosiones, derrumbes, gases tóxicos…
1.3. POZOS
Tras la Conquista, los pozos empezaron a perforarse en Canarias (entre finales del siglo XV y principios del XVI) cerca de las poblaciones principales de cada isla, donde el agua corriente escaseaba. Pero eran de poca profundidad (de 6 a 12 metros), con diámetros de 1 ó 2 metros. Una vez que la perforación alcanzaba el firme (roca compacta o tosca), eran forrados con cabeza, ripios o adobes por mamposteros especializados en esta labor. Esta técnica se mantuvo hasta tiempos recientes y los pozos que aún se conservan así constituyen las unidades de mayor valor patrimonial.
Los primeros pozos fueron para uso doméstico. Bastaba para extraer el agua un simple torno o roldana en su caso. Luego se intensificó más la captación de las aguas subterráneas para el mismo uso doméstico, con abrevaderos para el ganado y el riego de huertas, para lo que se instalaron las primeras norias, que datan de principios del siglo XVI, con los modelos que por entonces se daban en el sur de la Península Ibérica y todo el norte de África: las dos ruedas engranadas de madera y los cangilones de barro o de cobre asidos con sogas.
La perforación de pozos se generalizó en Canarias a finales del siglo XIX y alcanzó su mayor desarrollo a mediados del XX, concretamente en Gran Canaria, en el contexto económico de la expansión de la agricultura de exportación y el puertofranquismo.
La necesidad de agua obligó a profundizar los pozos y a perforar, dentro de los mismos, catas (sondeos horizontales) y galerías interiores. Por lo general estos pozos más modernos son perforaciones de planta circular con diámetros de 1,5 a 3 metros y profundidades comprendidas entre los 15 y 400 metros.
Actualmente se contabilizan un total cercano a los 5.000 en todo el Archipiélago, de los que un 50% se localiza en Gran Canaria (una isla completamente horadada), un 38 % en Fuerteventura, un 7% en Tenerife, un 3% en Lanzarote, un 1’1% en La Palma, un 0,6% en El Hierro y un 0,3% en La Gomera.
Alrededor del pozo se generó, sobre todo en Gran Canaria, toda una nueva cultura de oficios y tecnología del agua (maestros albañiles, cabuqueros, piqueros, poceros, maquinistas, mecánicos, fundiciones, buzos…)
1.4.- VARIEDAD DE APLICACIONES DIDÁCTICAS
Los contenidos didácticos a impartir para el estudio de minas, galerías y pozos de Canarias, aparte los propios del medio socionatural para escolares de Primaria (Conocimiento del Medio), pueden ajustarse a los prescritos oficialmente en las áreas de conocimiento de Secundaria como Ciencias de la Naturaleza, Ciencias Sociales o Geografía e Historia. En Lengua y Literatura se
pueden utilizar como muy buenos recursos los relatos orales de los trabajos en pozos y galerías.
Además, estas obras hidráulicas subterráneas se prestan muy bien al análisis, en Bachillerato, de contenidos epistemológicos profundos de Vulcanología, Hidrogeología (tipo de terreno que atraviesa, circulación de agua, gases…) e Hidrogeoquímica en el subsuelo. También son propicios como centros de interés sobre diversos aspectos relacionados con la historia social; así como
pueden ser llamativas, presentadas en niveles muy sencillos, las temáticas científicas anteriores para escolares de Primaria.
2.- SISTEMAS DE ELEVACIÓN DE AGUAS1
Cuando se necesitó sacar mucha agua de los pozos, a finales del siglo XIX, las viejas norias de madera de construcción local comenzaron a sustituirse por otros mecanismos. Para ello se introdujeron desde los países industriales norias y molinos metálicos, máquinas de vapor y motores de combustión interna acoplados con distintos sistemas de bombeo.
2.1. NORIAS Y MALACATES DE FUNDICIÓN
Una noria es una máquina hidráulica que sirve para extraer agua siguiendo el principio del rosario hidráulico. Consiste en una gran rueda que lleva una cadena sin fin de cangilones que, con su movimiento, bajan vacíos a un pozo, suben llenos de agua y la vierten fuera. Las norias de fundición o metálicas son producto de la Revolución Industrial, al incorporar una nueva estructura
metálica y un malacate. Los malacates son mecanismos metálicos de desmultiplicación de la fuerza de la sangre. Tuvieron muchas aplicaciones en agricultura y en la elevación de agua. Se aplicaron, en el siglo XIX, para elevar agua tanto con bombas de pistón como con norias.
Las norias de fundición funcionaban con los mismos principios físicomecánicos de las norias de madera. Su estructura era completamente metálica con sus cangilones, rueda o tambor, y malacate (engranajes), a excepción del eje horizontal, que era una barra de madera impulsada en movimiento circular por un animal. El artilugio de elevación de aguas más célebre de Canarias y quizás del Estado español es el del Pozo de la Noria de Jinámar (Gran Canaria), construido a mediados del siglo XIX, que comportaba un complejo malacate; pero que, en vez de cangilones, llevaba una bomba de pistón de tres cuerpos.
Hoy ha sido convertido en Museo del Agua.
Por lo demás, las norias que se conservan en Canarias están en Fuerteventura, casi todas de madera. Una de éstas se ha instalado en el Museo de Piedra de Ingenio (Gran Canaria).
2.2.- AEROMOTORES
A principios del siglo XX fue cuando se generalizaba la colocación en los pozos de aeromotores de importación en el área del sur de Gran Canaria, en el municipio de La Aldea y en la isla Fuerteventura, incluso en algunas zonas de tomateros del sur de Tenerife; tanto de marcas de importación europeas inglesas (Climax) o alemanas (Adler), como, y sobre todo, de sellos empresariales norteamericanos (Dandy, Dempster, Aermotor, Samso…).
Del Estado español también se trajeron molinos fabricados en Cataluña y Valencia (Velox, Hércules, Estrella…). A estos se añaden los muchos construidos en talleres insulares con o sin marca. Los aeromotores presentaron distintos sistemas de captación de la energía del viento (ruedas), de trasmisión mecánica (cabezales) y orientación-regulación, y una común forma de succión-elevación del agua con varillas, tuberías y bombas aspirante-impelentes.
En Canarias se desarrolló una tecnología hidráulica propia a través de sus talleres locales de ensamblaje y fundición, donde se diseñaron artilugios hidráulicos con patentes registradas de aeromotores y bombas de pistón (polea, cabezal, varillas, émbolos..)
Un exponente de este interesante patrimonio industrial hidráulico canario lo tenemos en el taller de fundición situado en la
calle Travieso (en la capital de Gran Canaria) de Manuel Santana, con el célebre aeromotor Canario, del que quedan algunas unidades, visibles desde la autopista del sur de la isla, en Carrizal y Maspalomas, e igualmente en la isla de Fuerteventura.
Además, desde esta circunstancia se generaban determinados conocimientos empíricos de agricultores, herreros y mecánicos enriqueciendo su capacidad inventiva, al margen de la ingeniería académica y de acuerdo con sus necesidades, un procedimiento que se suele denominar desarrollo informal de la tecnología. Por ejemplo, el caso de encontrar en un molino, acoplados a su bomba, un cabezal movido por un motorcito y una palanca para acción manual
2.3.- MÁQUINAS DE VAPOR Y MOTORES FIJOS
La historia de las máquinas de vapor y de los motores fijos está inserta en el desarrollo de la Segunda Revolución Industrial y sus escalonados pasos de innovación tecnológica. Las primeras máquinas térmicas acopladas a bombas para elevar agua de pozos son las máquinas de vapor, de finales del siglo XIX.
Amedida que avanza el siglo XX, comienza la importación masiva de motores fijos de gas pobre y los pre-diésel o de bulbo incandescente, pronto sustituidos por los diesel ingleses (Ruston, Petter, Tangye, etc.). Hecho que se produce durante
la gran demanda de agua para las plataneras y los tomateros.
Los motores representaron para la agricultura canaria un gran avance ya que era una forma de adquirir energía barata e independiente tanto de elementos exógenos como de la naturaleza. Incluso cada pequeño agricultor adquiría su
motorcito, que acoplaba a la unidad de su molino para cuando faltara el viento.
Se importaron marcas de lugares como Estados Unidos (Samson y Stover), Alemania (Deutz), Francia (Duvont) y, sobre todo, Reino Unido (Ruston, Petter, Tangye, National, Robson, Lister, Turner…). El mayor número de motores lo
encontramos en la provincia de Las Palmas, que hacia 1960-1970 llega a tener más de 2.000 unidades con una potencia global de más de 80.000 caballos de vapor.
La sala de máquinas mejor conservada de Canarias es la del Pozo del Pino en Arucas (Gran Canaria), que dispone de dos motores gemelos, marca Tangye, de principios del siglo XX, uno de gasoil y otro de gas pobre, con toda la
infraestructura para la producción de este tipo de gas (calderas, depósitos…).
Además conserva todo el sistema antiguo de elevación de aguas por cabezales y varillas de un cuerpo de tres bombas de pistón. Una joya de la Arqueología Industrial
2.4.- BOMBAS HIDRÁULICAS
Los motores no podían sacar agua por sí solos; necesitaban acoplarse a bombas. Estas fueron de los siguientes modelos: de pistón (requería una complicada estructura de cabezal, varillas, bombas…), de rosario (una cadena sin fin con platillos dentro de la tubería), de trompo, centrífugas (sólo servían para unos pocos metros de profundidad y eran muy operativas para elevar agua
desde los tomaderos), etcétera.
Como comentábamos, en Gran Canaria se desarrolló una tecnología hidráulica propia, sobre todo en los talleres de ensamblaje y fundición de Las Palmas de Gran Canaria, donde se construyeron artilugios hidráulicos con patentes registradas (cabezales, varillas, émbolos…). Un gran problema tecnológico lo constituyó el descenso de los niveles freáticos. Para los más altos, en pozos
poco profundos y tomaderos, la bomba centrífuga fue ideal (poco coste y poco mantenimiento), pero un principio físico de mecánica de fluidos no permite que la aspiración del agua de pozo, desde la bomba centrífuga al nivel del agua, por
la tubería, pueda superar los 6-7 metros. Entonces fue preciso incluir la bomba de pistón con dos o tres cuerpos. Este mecanismo necesitaba, como ya indicamos, una complicada estructura en la que se originaban roturas constantes de las varillas o vergajones, al igual que en las bombas por los retrocesos de la presión del agua dentro de las tuberías sobre las mismas. Por
ello se diseñó un sistema de amortiguación con aire comprimido dentro de unas botellas acopladas a la tubería. Esto fue una adaptación tecnológica propia, porque ¿en qué lugar del mundo se necesitó sacar agua de pozos de más de 100
metros de profundidad? Como alternativa a la bomba de pistón se emplearon otros tipos en el marco del sistema rotodinámico, siendo la más conocida la bomba de trompo.
Los problemas se solucionaron en los pozos con las electrobombas sumergibles. Primero fueron alimentadas con alternadores eléctricos movidos por los propios motores y, más tarde, hasta la actualidad, con la llegada del fluido eléctrico a todos los puntos de nuestra geografía. Las nuevas tecnologías hidráulicas determinaron la sustitución de los mencionados motores térmicos y
bombas de pistón por las operativas motobombas eléctricas helicoidales sumergibles. Con ellas el ahorro económico ha sido extraordinario, y para los lugares a los que no llegaba el fluido eléctrico se instalaron dichas motobombas.
2.5.- OTROS SISTEMAS DE ELEVACIÓN DE AGUAS
En el caso del agua del mar para los tajos cristalizadores de las salinas, se emplearon los bomberos, recipientes de madera sostenidos con sogas en un soporte en forma de trípode mediante los que, con trabajoso empuje manual de balanceo, se pasaba el agua de un nivel inferior al siguiente. También aquí se emplearon diferentes molinos y motorcitos.
En el riego agrícola, en Los Llanos de Aridane (La Palma), se utilizó el calabazo, un palo en cuyo extremo se encuentra asido un recipiente hecho con una calabaza seca. En los márgenes superiores de una acequia, previa autorización verbal del dueño del agua a los propietarios de las huertas, surgió como respuesta a la necesidad de agua que el agricultor tenía.
2.6.- MOLINOS, MOTORES Y BOMBAS: VALIOSOS RECURSOS DIDÁCTICOS PARA FÍSICA, QUÍMICA Y DIBUJO
El estudio de molinos, motores y bombas para elevar aguas de pozos y tomaderos proporciona una gran variedad de recursos didácticos para varias áreas y asignaturas de particulares conocimientos epistemológicos.
Especifiquemos los contenidos que se pueden desarrollar en las aulas con el estudio de un molino para sacar agua de pozo.
En Primaria, serían los propios de Conocimiento del Medio, Expresión Artística… (los niños de antes, en algunos pueblos, construían molinillos de caña y hasta pequeñas bombas). En Secundaria y Bachillerato el campo de aplicación es inmenso, de acuerdo con la gradual dificultad de los conceptos, tanto en el Área de Ciencias de Naturaleza como en las asignaturas de Física y Tecnología.
Desde conceptos de Energía en la Física clásica (mecánica, cinética, potencial) o la Presión y Mecánica de Fluidos, hasta los principios de la Mecánica, en este caso con las maquinarias eólicas y maquinas hidráulicas (bombas aspiranteimpelentes), entre otros. Más contenidos que se pueden desarrollar estarían en el campo de las Energías Renovables, la Contaminación y los Recursos Naturales, aparte de los propios de las Ciencias Sociales en la historia de la agricultura canaria.
El estudio de un motor, de una sala de máquinas y unas bombas centrífugas o de pistón conllevaría, además de los contenidos más sencillos relacionados con el Conocimiento del Medio para niveles de Primaria o con los de Ciencias Sociales para secundaria (Revolución Industrial, Agricultura de Exportación, etc.), los conceptos referidos al campo de la Física (Energía Mecánica, el Calor, Potencia y sus unidades), máquinas térmicas y motores fijos, el motor Otto, el motor diesel, etc. En cuanto a las bombas hidráulicas que se han aplicado a los pozos canarios, se enmarcan básicamente en la parte de la Física denominada
Mecánica de Fluidos y Máquinas (tipos de bombas). El dibujo de maquinarias hidráulicas, tanto desde el punto vista artístico como desde el técnico, serviría para ilustrar trabajos sobre el agua; y la traducción de textos de maquinarias hidráulicas en inglés (guías, catálogos…) al castellano sería propicio para completar el trabajo interdisciplinar (la historia de casas inglesas como Ruston, Robson, etc.). Todo ello es viable también, en gran medida, desde lo prescrito en los programas oficiales de Tecnología tanto de Secundaria como de Bachillerato.
3.- ESTRATEGIAS Y ARQUITECTURAS PARA ALMACENAR Y REGULAR EL AGUA
Para regular mejor el agua extraída de fuentes, minas, pozos… se fueron construyendo desde los primeros años de la Colonización hasta tiempos recientes pequeños estanques o tanques y albercas o albercones, tanto con muros de mampostería ordinaria como con barro. Y, junto a estas obras hidráulicas solían construirse piletas con compartimentos para lavaderos y
abrevadero de ganado.
3.1. TANQUES, CHARCAS Y ALBERCONES ANTIGUOS
Los primeros estanques (de planta cuadrangular u oval) y las albercas o albercones (de planta circular), eran obras de mampostería ordinaria, aunque también los había de piedra y barro y con un revestimiento interior impermeabilizante de argamasa de cal y arena. Veamos algunas singularidades de los tanques antiguos de Canarias:
3.1.1. Los tanques de madera de La Palma. Conformaban un valioso conjunto de estanques construidos con gruesos tablones de madera impermeabilizados con el betún extraído de los pinares, la brea, de los que ya no quedan, al menos que nosotros sepamos.
3.1.2. Los tanques-cuevas de Gran Canaria. Son obras muy curiosas y únicas, que aún subsisten en activo en la zona de medianías y cumbres de barlovento. Constituyen, en unos casos, oquedades perforadas en riscos con capas de materiales volcánicos piroclastos (tobas), impermeables y fáciles de excavar; y en otros sobre capas de almagres (arcillas compactas) rubefactadas (requemadas) por una colada de lava superior ardiente que la convierte en material muy impermeable. Casi todos los tanques antiguos están asociados a manantiales que brotan en esas capas de almagres. Al igual que las charcas y los
albercones antiguos, tenían un sistema de evacuación del agua, la bomba, muy simple pero ingeniosa: un palo vertical que bajaba entre unas guías de piedra y que taponaba el orificio de salida (abierto en una piedra de cantería situada en
el fondo de la obra) con la simple presión del mismo.
3.1.3. Las charcas antiguas. Son pequeños tanques de barro o hechos en roca, de planta redonda u oval. Los encajados en terreno arcilloso, con poca o casi ninguna obra de fábrica para la contención de las aguas, sirvieron de ejemplo para, a finales del siglo XIX, la construcción de los grandes estanques o charcas de barro o masapés, que son la base de las actuales balsas.
3.2. ALJIBES, ALCOGIDAS, POZAS, POCETAS…
Aljibes. Son recipientes techados para almacenar agua, especialmente de la lluvia. Los encontramos, sobre todo, en las zonas áridas como el sur de Tenerife, el sureste de Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura. Sus modelos arquitectónicos son variados, algunos muy singulares, como podemos apreciar en las imágenes que aparecen a continuación.
Precisamente, antes decíamos que las obras hidráulicas más antiguas de Canarias son unos pozos-aljibes excavados en la zona sureste de Lanzarote. En uno de ellos se aprecia un dintel con el símbolo de la diosa púnica Tanis, y en otro su estructura responde al típico modelo de pozo romano; lo que, junto a los demás materiales arqueológicos encontrados en el entorno de estas obras hidráulicas, de los siglos I y III de nuestra era, ha originado una reinterpretación sobre el origen de los mismos, pues hasta hace poco eran considerados como obras hidráulicas de los conquistadores normandos del XV. Alcogidas.
Vinculadas a los aljibes donde se almacenan las aguas pluviales, encontramos, en Lanzarote y Fuerteventura, unos acondicionamientos con obra de fábrica, a modo de grandes espacios de recogida del agua de la lluvia, denominados alcogidas. Este conjunto dispone de superficie y canalizaciones en desnivel hacia el aljibe.
3.3. NUEVAS OBRAS DE ALMACENAMIENTO (SIGLO XX)
La necesidad de acumular y distribuir más agua para plataneras y tomateros, entre finales del XIX y mediados del XX, obligó a construir nuevas obras hidráulicas. Destacamos las siguientes:
3.3.1. Estanques de mampostería (arena, cal/cemento y piedras), por lo general de planta cuadrangular, adosados o no al terreno, con una capacidad variable de 72 a 400 m3, aproximadamente.
3.3.2. Maretas, estanques grandes capaces de acumular entre 3.600 y 14.400 m3, aproximadamente.
3.3.3. Estanques de planta circular de hormigón armado, construidos en las zonas bajas del norte de Gran Canaria, Tenerife y por toda La Palma, cultivadas de plataneras, aprovechando la oferta mercantil del puerto franco (hierro y cemento portland de importación) en el primer tercio del siglo XX.
Estos comparten capacidades comprendidas entre los 100 y los 400 m3. En este caso es muy interesante el estudio de la presión del agua compartida por los 360º, que permite muros de menos grosor.
3.3.4. Grandes charcas o estanques de barro, singulares obras que responden a la antiquísima técnica de las charcas del Mundo Antiguo en Mesopotamia, sin otro material y técnica que el barro transportado y prensado a fuerza de sangre (obreros y bueyes). La mayor densidad de los estanques de barro históricos se halla en la zona de Tamaraceite, Tenoya y San Lorenzo (Gran Canaria), con una capacidad de 400 a 14.400 m3.
3.3.5. Las presas, otro importante jalón en la historia hidráulica insular. Las primeras se levantaron en mampostería hidráulica, casi todas de arco-gravedad, con paramentos de sillería natural o artificial en su caso (mampostería y cantería), como es el de las presas más viejas del Barranco de Santos, Ascanio, Tahodio en Tenerife, o Arucas-Firgas y las Garzas de Guía en Gran Canaria, cuyas capacidades medias oscilan entre los 0,2 y 3 hm3.
Luego, después de 1950, comenzaron a construirse las grandes presas de hormigón y de materiales sin trabar, más que nada en los barrancos del este y sur de las islas, en escudo de materiales impermeables (Gran Canaria y La Gomera). Destacamos las grandes presas grancanarias de hormigón como las de El Parralillo (4 hm3) y Soria (40 hm3).
Esta isla tiene 62 presas de más de 15 metros de altura, con capacidad de 100 hm3, un 84% del total de Canarias2, donde se encuentran todo tipo de modelos: planta recta con o sin contrafuertes, arco, bóveda…; y de diversos materiales, algunos combinados, como mampostería ordinaria, sillares, hormigón, escollera…
3.3.6. Nuevas charcas. Con técnicas similares a las antiguas charcas sobre barro, pero mejoradas con la impermeabilización de plástico, encontramos por todas las islas nuevas charcas, siendo algunas de grandes dimensiones como las del norte de Tenerife.
3.4.- CONOCIMIENTO ESCOLAR DE LA VARIEDAD DE ARQUITECTURAS HIDRÁULICAS
La gran variedad de arquitecturas hidráulicas tradicionales y modernas de Canarias no debe pasar por alto en las escuelas e institutos. No solo por lo que históricamente representan, sino porque contribuyen a definir el paisaje agrario actual, aparte de que muchas de las mismas han sido y son la base para nuevas obras.
Los contenidos a trabajar en las aulas de Primaria, en los temas de Conocimiento del Medio, se enmarcan en sencillos aspectos de la naturaleza (ciclo del agua, lluvias-sequías), la historia, la localización geográfica, el inventariado, las medidas de longitud, la superficie y el volumen, con la extrema precaución de no enviar a los alumnos solos a estos lugares de peligro.
En Secundaria, aparte de los contenidos de Ciencias Sociales (aspectos históricos y etnográficos, tipología de estructuras…), están los conceptos básicos de superficie, volumen y medida de fluidez del agua. En Bachillerato se amplían a la Mecánica de Fluidos y Presión (en este caso un buen ejemplo de aplicación son los distintos tipos de muros de contención para estanques y presas: rectos, redondos, en arco, bóveda…). Serían interesantes los trabajos de investigación interdisciplinares (la Historia, las Matemáticas con los básicos cálculos de volúmenes y fluidez del agua, la Física, el Dibujo…).
4.- ESTRATEGIAS TRADICIONALES DE RIEGO: AGROSISTEMAS E HIDROCULTIVOS
El pequeño riego tradicional en zonas semiáridas se hacía de formas diversas. En unas se procedía a la inundación del terreno aprovechando el agua sobrante de las primeras lluvias, a lo que se denominaba resfriada, después de la cual se estercolaba, araba, asurcaba y se plantaba. A continuación venían los riegos siguientes, a manta también, pero de surco en surco. Una estrategia para hacer una buena resfriada son las gavias y nateros, formaciones antrópicas de terreno agrícola adaptadas al aprovechamiento de las aguas pluviales, propias de las regiones áridas y semiáridas. De unas y otros se dan similitudes por el norte de África, sur de Europa y América. Algunos especialistas las consideran estrategias hidráulicas preexistentes desde la sociedad aborigen consolidadas con la llegada de los colonos europeos después del siglo XV. Aparecen en varias islas, pero
destacan sobre todo en Fuerteventura.
4.1.- NATEROS
Constituyen un sistema combinado de captación de aguas pluviales para riego y la formación de terreno fértil con los sedimentos de éstas, en los cauces de los barrancos con desniveles algo acusados, cuyo cerramiento se hace mediante
muros de piedra de planta recta o curva adecuada al nivel de las vaguadas de los barrancos. Se encuentran en casi todas las islas y llevan nombres diversos como ateros, argamasas…; son muy semejantes a los jessour de Túnez. Su nombre, del portugués nateiro, viene dado por la formación de la nata de lodo que se retiene del agua y materiales finos arrastrados en la escorrentía de los barrancos.
Mención especial dentro del sistema de los nateros son las terrazas practicadas en los cauces de barrancos de zonas húmedas para los hidrocultivos de los berros y ñames. Constituyen simples muros de piedra que van acumulando los sedimentos con mucha materia orgánica, y con los caudales de agua continua propician el desarrollo de estos productos apreciados en la
cocina tradicional canaria.
Actualmente se están construyendo en el interior de algunas islas una serie de azudes en los cauces de los barrancos para controlar la erosión y, a su vez, conformar nateros que generan formaciones vegetales.
4.2.- GAVIAS
Son terrenos agrícolas adaptados a la inundación controlada por las aguas pluviales. Suelen ser de mayores dimensiones que los nateros y ocupan espacios más llanos, a veces en desniveles. Aparecen circundados por un camellón o caballón de tierra, llamado trastón, que retiene el agua de lluvia que a la misma se conduce. Esta suele recogerse por un sistema jerarquizado de canalizaciones y penetra en la gavia a través de una torna, hasta que se llena por completo para, a continuación, por el desagüe, enviar el agua sobrante a la siguiente gavia. Este sistema agrohidráulico lo encontramos desde los khadin y ahar de la India a las cajas de agua mexicanas, pasando por los meskat y m’goud de Túnez.
4.3.- LOS RIEGOS TRADICIONALES COMO RECURSO DIDÁCTICO
Frente a los modernos sistemas de regadío que también deben conocer los estudiantes, el riego tradicional, necesitado de mano de obra y mucho esfuerzo, es buen recurso didáctico para conocer la evolución tecnológica hidráulica. Al respecto, los contenidos didácticos a desarrollar en Primaria, en zonas donde se pudieran encontrar estas arquitecturas populares de riego, dentro del Conocimiento del Medio, las Matemáticas… serían muy sencillos, partiendo de visitas, grabaciones y consiguientes trabajos posteriores.
En los niveles superiores se aplicarían en los campos de la Etnografía, la Geografía (ubicación de espacios), etc. En este apartado es importante el conocimiento escolar del sobreesfuerzo de generaciones pasadas al realizar paredes de contención o bancales de fincas, lo que ayuda a comprender las ventajas y los inconvenientes de la agricultura moderna.